Miles de hombres y mujeres a lo largo de Chile comienzan su día con una clara misión: encontrar todo tipo de piezas de acero para poder reciclarlas. Con esa meta recorren las calles de nuestro país en busca de esos tesoros que otros ven como un desperdicio, rescatando toneladas de chatarra para darle un nuevo uso y, generar un impacto positivo para la sociedad, las comunidades y sobre todo, para el medio ambiente.
Todas estas personas son parte fundamental en la labor de AZA. Más que solo proveedores de chatarra, los recicladores de base son socios estratégicos de la compañía que nos permiten tener un planeta más limpio y sano, así como también desarrollan una actividad económica que le permite un ingreso digno y estable a lo largo del tiempo.
María Arredondo y Guillermo Elgueta llevan 15 años como pareja y desde 2016 se dedican a recolectar y vender chatarra. Después de entregar el material recolectado a varios clientes, decidieron quedarse con AZA. “Nos tratan mejor y pagan rápido y puntual” responde María, quien junto a Guillermo entrega cerca de 500 kilos semanales, labor que, según nos explica, les ayuda a vivir sin deudas.
El pago que les realiza AZA dentro de 24 horas, es una práctica que permite a estos microempresarios contar con los recursos necesarios para poder desarrollar su negocio. A esto se suman las permanentes capacitaciones especializadas que la compañía genera para su desarrollo, instancias que son trasmitidas los viernes por el propio canal de Youtube de AZA, con temáticas como formalización, marketing digital, logística y disposición de chatarra, entre otros, bajo el marco del programa AZA Contigo que se enfoca en apoyar a los recicladores de base y entregarles información sobre programas públicos y privados que facilitan el acceso a capital de trabajo.
David Viera Alburquerque es otro caso ejemplar en AZA. Se reconoce como peruano-chileno, pues de sus 35 años, 12 de ellos los ha vivido en nuestro país y siempre dedicado al negocio de «los fierros”. Formó su familia en Chile, tiene esposa y dos hijos que sustenta sólo con la recolección y venta de chatarra. Es muy dedicado, pues cada mes entrega en AZA entre 15 y 20 toneladas. “Mi esfuerzo me ha permitido crear mi pequeña empresa y hoy doy empleo a otras dos personas” expresa con orgullo.
Del total de proveedores minoristas de chatarra, aproximadamente el 25% corresponde a mujeres que son jefas de hogar y proporcionan el sustento económico a su grupo familiar. Para todas ellas fue creado el programa Recicla Mujer que tiene como finalidad aumentar su participación en esta cadena de valor.
Ayuda durante la pandemia
La llegada del Covid-19 al país afectó seriamente a este segmento de proveedores, debido a las cuarentenas. Para mitigar sus impactos, AZA reforzó su plan de pago en 24 horas, además de garantizar los precios para evitar el impacto negativo en sus stocks y facilitar el acceso a créditos.
Las dificultades para el traslado y el acceso a la chatarra, junto con la disminución de sus ingresos, les generó problemas apremiantes incluso al extremo de no poder cubrir las necesidades básicas de sus familias. Ante esto, Aceros AZA entregó cajas con ayuda solidaria al grupo más vulnerable de estos proveedores durante 4 meses, para hacer frente a lamentable situación. “Nos ayudaron mucho, porque bajaron los ingresos y tenemos que cuidar a nuestros nietos”, señaló Guillermo Elgueta, uno de nuestros recicladores de base.
Otro caso es el de José López Rodríguez quien lleva 40 años entregando chatarra en AZA. Es un proveedor avezado y dedicado, a la semana entrega cerca de 4 toneladas y gracias a su pequeña empresa da trabajo a otras 6 personas, aunque la pandemia provocó que sus ingresos bajaran en un 20%. “La atención en AZA es buena y se agradeció mucho la ayuda prestada durante la cuarentena, especialmente la mantención del precio y las cajas con alimentos”.
Aceros AZA quiere felicitar y agradecer a todos sus proveedores minoristas de chatarra en el Día Mundial del Reciclador Base. Son ellos quienes todos los días, con su esfuerzo y tenacidad, recorren las calles nuestro país recogiendo la chatarra que es la principal materia prima del acero de AZA y que es un aporte al cuidado del medio ambiente, además de generar una fuente de empleo para muchas personas en el país.